Alexander Zverev sufrió una espantosa locura en Acapulca. El alemán se disculpó, pero la sanción para él debería haber sido más dura. Al menos eso es lo que dice Rafael Nadal.
El ganador de un Major, Rafael Nadal, no cree que el castigo a Alexander Zverev tras su locura en el torneo de tenis de Acapulco sea lo suficientemente duro. «Por un lado, no quiero ningún castigo para Sascha porque me gusta y tengo una buena relación con él», dijo el jugador estrella español al margen del torneo de tenis de Indian Wells el jueves.
«Por otro lado, como aficionado al deporte, me gustaría ver un castigo más duro para este tipo de comportamiento, no sólo de él, sino básicamente porque protege al deporte y a los árbitros y a todos los que participan en este deporte. «
Ocho semanas de suspensión
En el torneo de Acapulco de hace quince días, Zverev, de 24 años, golpeó varias veces con su raqueta la silla del árbitro, donde éste seguía sentado, tras perder un partido de dobles, e insultó al hombre.
Por ello, la organización profesional masculina ATP había sancionado a Zverev con una suspensión de ocho semanas. Además, al número tres de la clasificación mundial se le impuso una multa adicional de 25.000 dólares, también suspendida. Esto significa que Zverev no puede permitirse otra infracción que conlleve una multa por conducta antideportiva hasta el 22 de febrero de 2023, un año después del incidente.
En México, fue inhabilitado y tuvo que pagar una multa de 40.000 dólares. Además, el jugador de Hamburgo tiene que devolver el dinero del premio, que asciende a más de 30.000 dólares, y ha perdido los puntos para la clasificación mundial. «Ese fue probablemente el mayor error de mi carrera como tenista», había dicho Zverev el miércoles, tras lo cual ya se había disculpado antes a través de un mensaje en las redes sociales.
«Fue sin duda el peor momento de mi vida y de mi carrera». Pedir disculpas «probablemente no fue suficiente, por la forma en que me comporté. Fue vergonzoso para mí, sigue siendo vergonzoso cuando ando por ahí o en el vestuario. No es una sensación agradable. «
