Carlos Alcaraz ganó Wimbledon por primera vez. Ya de niño tenía grandes metas. Ahora ha conseguido uno de ellos.
Con su victoria en Wimbledon, Carlos Alcaraz ha entrado en los libros de historia. El español no sólo destronó al finalista del año pasado, Novak Djokovic, sino que también ganó el segundo título de Grand Slam de su carrera. El joven de 20 años ya se proclamó vencedor en el US Open 2022, también porque Djokovic no pudo participar debido a su estado de vacunación.
Dos títulos de Grand Slam a tan temprana edad son sin duda algo de lo que sentirse orgulloso. Pero un vídeo que circuló por Twitter tras la victoria del joven de 20 años en Wimbledon demuestra que el número uno del mundo ya ha puesto sus miras en lo más alto a una edad tan temprana.
El primero de dos sueños hechos realidad
La cuenta francesa «Tennis Legend» publicó un clip de 15 segundos en el servicio de mensajes cortos en el que se puede ver a Alcaraz como un niño de 12 años – y se le hacen varias preguntas.
Alcaraz lleva una camiseta azul oscuro, con la bandera española estampada en el pecho. Cuál es su sueño cuando un día se convierta en profesional, quiere saber la voz inidentificable fuera de cámara de Alcaraz. «Ganar Roland-Garros y Wimbledon», es la respuesta del pequeño. Un sueño que pudo cumplir parcialmente este domingo.
La semana pasada por estas fechas… Wimbledon | @carlosalcaraz pic.twitter.com/yWCwq9neea
– Wimbledon (@Wimbledon) 23 de julio de 2023
La respuesta a la pregunta sobre su ídolo también encaja con el triunfo en el All England Lawn Tennis Club. Alcaraz no nombra al rey de la tierra batida Rafael Nadal, que también es español, sino a la leyenda del tenis Roger Federer, especialista absoluto en pista de hierba durante su carrera.
Y al ganar en Londres, Alcaraz pudo complacer a su antiguo ídolo, ya retirado. Porque la derrota de Djokovic significa que el suizo sigue siendo el único poseedor del récord en Wimbledon, con ocho triunfos, mientras que el serbio se queda en siete títulos.
Alcaraz aún no ha triunfado sobre tierra batida en el Abierto de Francia. Un sueño, sin embargo, que es todo menos imposible de cumplir. La victoria del domingo lo dejó más que claro.